viernes, 7 de mayo de 2010

Via verde Ebre-Terra Alta. 103 kms.




http://www.youtube.com/watch?v=DjnWEHkeL04

Pocos no!!! en este caso solo los elegidos in extremis. El dúo Pacopani-Gregorator volvió a sus andadas. Era un lunes de esos metido entre burbujas, cuando de repente se te cruzan varias neuronas y te salta la chispa, preguntando a mi gran estimable cómplice:

- ¿A dónde podemos ir?

-¿Cuándo?

-Este sábado tengo fiesta…

Y es que pasó la semana que cuando me di cuenta ya estábamos el sábado a las 7 de la mañana por la AP-7 o Autopista del Mediterráneo camino hacia Tortosa que junto a la población de Amposta ven morir al río Ebro en el mar Mediterráneo (Delta de L’Ebre). Total unos 180 km y casi dos horitas de viaje, que en este caso agradezco a Pacopani por su generosidad y buen conducir todo sea dicho.

Pensativo durante todo el viaje, invocando a Zeus (Señor del cielo, dios de la lluvia y acumulador de nubes…) viendo ese cielo encapotado, amenazante por doquier y en cualquier momento…

Llegamos a destino, que en nuestro caso es inicio-final de ruta BTT. Estamos en el barrio de Roquetas a pie de la Vía Verde del Baix Ebre.

Bajamos nuestras monturas del vehículo, montándoles esas imprescindibles luces, GPS (con el track de la ruta cargado), bike computer, etc… y como no, nos vestimos para la ocasión con nuestros trajes de luces…

Cámara! acción! Ya estamos dándole a los pedales, de una manera suave pues no existe desnivel, el suelo está en inmejorables condiciones y llevamos montados neumáticos para rodar (neumáticos con perfil mas bajo y menos taco que hemos montado para la ocasión) por lo que conseguimos fácilmente llevar una velocidad sostenida de unos 25 km/h.


Mientras vemos a nuestra derecha el río Ebro…pasamos algún túnel corto donde no nos hace falta encender las linternas, ya que la luz que entra por ambos extremos es suficiente para poder verse.

A la entrada del primer túnel largo observamos a los lados y a cierta distancia unas lucecitas que resultan ser interruptores que al pulsarlos encienden las luces temporalmente, a no ser que se enciendan automáticamente (Interruptor de infrarrojos que enciende la luz cuando detecta movimiento).

Al cabo de un rato nos pasa un biker aligerado, pues no lleva mochila, luces, ni nada. Debe ser de la zona y habrá salido a rodar un poco. Se acerca a la pared y pulsa uno de esos interruptores iluminados que hay a ciertas distancias. Durante algunos túneles nos sentimos como si lleváramos acomodador

Sí!! Sí!! Este que viene ahora si que es largo, porque no se ve el final. Encendemos nuestras iluminarias. Me cuesta acostumbrarme a ese pequeño haz de luz que proyectan mis linternas de leds (llevo dos, una en el manillar y otra en el casco atada con una brida de plástico.) y es que no lo veo muy claro…

Pacopani se pone paralelo a mi y me dice: "Ah!!! Pues se ve…"

Al cabo de unos metros de adentrarnos en una inmensa oscuridad, esta vez a unos metros detrás mío vuelvo a escuchar a Pacopani, pero con una voz dudativa: "OYE!!! OYE!!! ¿Tú ves algo?..."

Y es que a horas de hoy aun me estoy riendo… parecíamos dos ….. en medio de la nada.


ES IMPRESCINDIBLE llevar luces. ¡Todos! Para iluminar y para que nos vean los otros usuarios de la vía. Algunos túneles tienen iluminación, pero de vez en cuando deben aparecer los amigos de lo ajeno haciendo desaparecer las placas solares, paneles, etc... y los túneles se quedan en OSCURIDAD ABSOLUTA (sin luces). No se ve nada de nada. Es mucho más oscuro que una noche sin luna.

Dejamos el rio Ebro a nuestra derecha, adentrándonos hacia el interior, perdiendo ese verdor y frescura que nos regalaba a cada pedaleada su cauce. Es cuando empezamos a perder un poco de velocidad. Ello nos ayuda a poder contemplar esos paisajes espectaculares, laderas de roca que parecen tocar el cielo, un precioso desfiladero por donde discurre mansamente el rio Canaletes que nos acompañara durante unos Kms., el colorido de su vegetación…


Todo es virgen, sin influencias de carreteras, coches, ni siquiera las estaciones tocan zona urbana (están desplazadas de sus pueblos, por motivos de ingeniería y demás.) Oh!!! Que sosiego cuando nos paramos a hacer fotos, solo se oye el cantar de los pajaros… Se nos pierde la vista desde las alturas de esos puentes que cruzamos…

Pasamos por la estación de Horta de San Joan y empiezo a notar que me falta repostar. ¿Sabéis esa sensación? Sentado en una terraza de bar mientras te sirven una jarra de cerveza fría… Vamos por faena y nos desviamos llegando a Lledo. Como no, le preguntamos a un lugareño que nos lo pone feo, efectivamente el único bar y está cerrado…

Pues nada, media vuelta, bicicleta para abajo en busca de un sitio donde comer que ya es hora…

Llegamos a la población de Bot donde comeremos en Can Josep que muy amablemente nos guardan las bicis en su parking. Por cierto, desde aquí los felicito por ese gran estilo y diseño, sobre todo de ese salón-comedor con semejantes vistas…un gran sitio…


Pues nada, con la barriga llena dirección Tortosa. Todo, todo bajada, sin prisa pero sin pausa, disfrutando de la ley de Isaac Newton llegamos a nuestro punto de origen-destino con una sonrisa de oreja a oreja, sensación de satisfacción de que todo ha salido e ido bien…

Estiramientos, cambio de ropa, bicicletas al coche y para casa.

Hasta la próxima y espero que sea pronto.

Jo!!! ¿Sabeís cómo me lo he pasado… ?

La Via Verde al detalle