viernes, 4 de junio de 2010

Turó de l'Home desde Arbúcies

Salimos del campo de fútbol de Arbúcies a las 8:00 am coincidiendo por unos minutos con un animado grupo de ciclistas especializados, por los comentarios y las barrigas de algunos, en almuerzos de gran calado. Buena señal.



A los 4 kilómetros tomamos una pista a la izquierda (ver track) algo más estrecha que la disponible a la derecha mucho más transitada (la clásica que pasa por Coll de Té que después tomaríamos de bajada). Un acierto, no vimos ni un paisano ni andando ni en bici en toda la subida.
Desde el principio el paisaje verdeaba y el bosque nos acompañó con enormes pinos al principio y abetos después según ascendíamos. Una maravilla. Subida constante pero amable.



Después de hora y media paramos a recargar agua en un de los innumerables arroyos propios de la cara norte. La sombra nos acompañaba y el frescor de la vegetación fue un excelente aliado hasta llegar a Santa Fe.

Santa Fe era nuestro destino, pero después de dos horas nos encontrábamos muy bien. Tanta historia con lo duro del ascenso que nos contaron y resultaba ridículo pararse a tomar nada a las 10:00. Sin pausa y sin dudar lo más mínimo nos dirigimos por la carretera a enlazar la subida al Turó de l'home. Gregorator había cargado el track en el gps porsiaca.

El ascenso al Turó de l'Home se realiza sin sombra, sobre asfalto, las durísimas rampas nos hicieron manejar el molinillo a pleno rendimiento. Tramos a 4 y 5 km/h no nos detenían. Entre los escasos ciclistas que ascendían las fuerzas no sobraban, esto no lo regalan, había que trabajar duro. Lo más duro era el malestar en el trasero, los dedos de las manos se dormían, la espalda resentida, pero las piernas aguantaban. Subirnos a los pedales cambiando a plato mediano nos daba algún respiro en el trasero aunque sin subir la velocidad. Después de cada repecho en curva otro repecho y después otro y así nuestro ánimo se debilitaba. Pero, amigos, no lo suficiente, llegamos.

Arriba vistas impresionantes, un par de bocatas que nos supieron a gloria y unos estiramientos.

Descenso hasta Santa Fe extremadamente agradable, aunque los dedos se agarrotaban por el trabajo con los frenos. ¡Cómo se embalaban las bicis sin pedalear...60...70..! "Gregorator ¿pero tú te das cuenta lo que hemos subido?"

En Santa Fe repusimos litro y medio de agua por cabeza. Uf, me parece que cada uno terminamos bebiendo 4 litros en el total de la excursión. Desde allí, después de varios kilómetros por la carretera, llegamos a nuestra pista de descenso hasta Arbúcies.

Bajando me devuelven la preguntar: "PacoPani ¿pero tú te das cuenta lo que hemos subido esta mañana?".