sábado, 24 de julio de 2010

Liebres y síndrome del rodriguez

Sábado 24 julio 7:00am. Dejo el coche en la Font del Lleó e inicio la carrera subiendo la trialera para llegar al Pº de les Aigües,  18ºC, no hay nadie. Bueno, hay liebres, cuento cinco antes de completar la trialera.

Tomo dirección Llobregat y subo por la pista asfaltada hacia Sant Pere Martir aprovechando el fresco de la mañana, cuento dos liebres más en 20 minutos.

Recorro con animoso ritmo la cresta hasta llegar a un cruce donde desciendo (sentido Sant Cugat) según indicador a Can Carbonera.

Descendidos 200 metros tomo el sendero a la Font del Rector, por el PR C 164. La senda se estrecha, está más cerrado de lo que recordaba debido al invierno lluvioso.

En el serpenteante sendero ya no son algunas liebres, son incontables, algunas corren por el sendero delante mio bastantes metros y cada poco se mueven entre los arbustos a ambos lados del camino.

Cruzo la carretera a Molins de Rei cuando termina el sendero y sigo corriendo por la pista ancha que lleva a Vallvidrera, son las 8:00am y ya no veo liebres. Cierro el círculo pasando por el parking de la carretera a Molins, subo al mirador de Santa Maria de Collserola y termino llegando a Pºde les Aigües descendiendo por la trialera 'del brazo roto'.

Me sorprendo al ver en el reloj un total de hora y media y encontrarme bien. Contento, nunca había corrido (y desconectado) tanto costando tan poco. Será cierto eso de que para mejorar la carrera interesa una buena liebre, yo las tenía todas.

Mmm...aunque me asalta una duda al ir sólo, es posible que lo de ver conejos peludos saltarines sean alucinaciones debidas al síndrome del rodriguez ;)